Otra vez escribo (¿Por qué escribo?) , un intento de
prosa estilizada que invite al pensamiento. Pensar, palabra que remite desde la
racionalizacion mas simple hasta la carga emocional mas profunda ¿y que con
eso?¿por que viene al caso? La respuesta es esquiva, mientras el nudo en mi
cabeza oprime las ideas, convirtiendo la mente en una calle anegada,
intransitable y peligrosa. Quedara delegada la tarea al lector, distinto de mi
(si los hay) eximio pensador, filosofo antielitista, razonador surgido de
abajo.
Y es
que a veces pensar duele, no en sentido físico (en el mejor de los casos) ¿Existe
acaso una justificación para meter el dedo en la llaga? Si lo existe escapa a mí
En este momento.
Pero tantas
especulaciones emotivas hagan quizás mella en el escaso tiempo emocional que
una persona mundana dedica usualmente. Es necesario descentralizar la energía y
la atención de las cuestiones que son de dominio de los adentros (un dominio de
facto por cierto), el ejercicio de la risa es quizá el escape mas utilizado en
estos casos… intentémoslo (¿como era?).
el
ejercicio del pensamiento, al igual que reír, es intrínsecamente humano…
perversa creación para las mentes ansiosas y aturdidas, como también para las débiles.
Maquina y afecta si los motivos sobran, es verdad, pero confiere un único
escape. Por que quizás, mantener la mente ocupada sea la más importante de
todas las tareas pendientes que tiene el ser humano. O quizás sean solo desvaríos
de un ente en estado de trancision ¿quien sabe?